Experiencias Thermo Shutter

A día de hoy son muchas las referencias y los beneficios que nos han confirmado nuestros clientes del uso de esta barrera de aire de flujo laminar y horizontal con recirculación en sus puertas frigoríficas.

Por ello, dejando a un lado las presentaciones, la información comercial y los datos teóricos, quisiéramos compartir algunos casos, sin citar los nombres de las empresas por motivos de confidencialidad.

En una empresa del sector logístico, gracias a la instalación del Thermo Shutter en la puerta central de una cámara a -25ºC con tres puertas, se consiguió:

–          Concentrar todo el tráfico de las tres puertas en una sola, aumentado la productividad de esta, utilizando las otras dos como accesos peatonales. ¿Hay acaso una puerta más eficiente que aquella que permanece cerrada?

–          Eliminar la doble fila de lamas de plástico, consiguiendo una completa visibilidad. Esto permite realizar pasos de carretillas más rápidos y más seguros.

–          Prescindir de un deshumidificador compartido de unos 30 Kw, para una apertura total de unas 4,5 horas/día, en aperturas de 25-30 segundos gracias al cierre temporizado tras el paso por puerta y a la utilización de tiradores interiores y exteriores al alcance de los operarios. Se ha observado que ya no es necesario hacerse con gran parte de la humedad de la infiltración, gracias a la alta eficacia del Thermo Shutter como barrera en la separación de ambientes refrigerados.  

–          Hacer las cámaras más atractivas, evitando la imagen de lamas sucias, rotas y descolgadas, con hielo sobre ellas y en el suelo, que lo termina picando y agujereando.

En una empresa del sector cárnico, se instaló en una puerta de túnel de enfriamiento rápido a -33ºC, consiguiéndose:

–          Recuperar una báscula de palets de acero inoxidable, ubicada junto a la puerta que nunca llegó a funcionar por su permanente estado congelado.

–          Eliminar las lamas de plástico y su continua reposición.

–          Dejar de echar sal en el suelo de la sala, junto a la puerta del túnel, para evitar la formación de hielo.  

–          Facilitar el tránsito de las carretillas.

En el mismo sector, se analizaron consumos energéticos de una cámara de conservación de producto congelado a -20ºC, observándose:

–          Reducción de la factura de luz de la cámara entre un 10 y un 15%.

–          Eliminación del hielo del suelo de la zona de la puerta, dejando a la vista el auténtico estado del suelo picado por el hielo.

–          Una reducción visible de la fuga de la “lengua” de aire frío al muelle de expedición.

–          Una reducción visible de la cantidad de nieve que se acumulaba en el interior.

También está contrastado por Responsables de Calidad que la cámara de congelados no pierde temperatura, a pesar de prescindir de las lamas de plástico, durante algo más de un día de producción habitual con parada de los equipos de frío de la cámara.  

En una empresa del sector de productos precocinados, la instalación de dos sistemas Thermo Shutter en una cámara de producto terminado a -23ºC, una al final de la línea de producción y otra en la zona de preparación de pedidos, permitió:

–          Reducir la inversión, en lugar de instalar dos complejos sistemas deshumidificadores.

–          Ahorrar energía, gracias a la combinación del consumo energético del sistema Thermo Shutter y a la gran eficacia de su barrera de aire. 

En una empresa del sector de verduras congeladas, su instalación en una puerta de cámara a -23ºC de entrada automática de palets por rodillos, favoreció:

–          La reducción del intercambio de aire sin necesidad de emplear equipos deshidratadores de unos 12Kw, con dobles puertas rápidas auxiliares, para hacerse con la humedad de la infiltración.

–          El ahorro en la factura de la luz, gracias a reducir la potencia a menos de 1Kw con el sistema Thermo Shutter sincronizado con la apertura de la puerta corredera convencional, funcionando 15 segundos de apertura cada 3 minutos. Esto se traduce en un consumo eléctrico de Thermo Shutter unos  5 Kwh/día, en lugar de unos 288Kwh/día con el sistema deshidratador. Tras 250 días/año y 0,1 €/Kwh, significa un ahorro en la factura de unos 7.075 Euros/año.

En otra instalación del mismo sector, también consiguió:

–          Mantener la temperatura de un almacén de productos congelados durante tres días con la puerta abierta, a pesar de que el sistema Thermo Shutter no está diseñado para funcionar de forma continua.

En una empresa del  sector de masas congeladas, la instalación de dos Thermo Shutter, uno en la sala entre la salida del túnel de congelación y la puerta de entrada al almacén, y otra en el muelle de expedición, sincronizados con una puerta rápida de congelados interior, permitió: 

–          Reducir el número de maniobras de la pesada puerta frigorífica en momentos de gran producción o movimiento del almacén.

–          Minimizar y automatizar los tiempos de apertura de las puertas frigoríficas del almacén, que junto con el bajo consumo del sistema Thermo Shutter, permite una gestión muy eficiente.

En otra empresa del mismo sector, la instalación de un sistema Thermo Shutter en la puerta de un almacén congelador a -23ºC que da a una sala de muelle de expedición, permitió:

–          Ayudar a reducir la cantidad de nieve que se formaba en el interior, disminuyendo las necesidades de desescarche en los evaporadores. Estos se habían quedado pequeños debido a las ampliaciones que se fueron realizando en el almacén. Actualmente se han sustituido por otros mayores, y están planificando más inversiones en sistemas Thermo Shutter.

En una empresa del sector de pescado congelado, su instalación en una puerta de 4,5 metros de altura de un almacén a -30ºC que da a una precámara, permitió:

–          Aumentar la temperatura de la precámara de unos 0ºC a unos +8ºC, al reducir la fuga de aire frío.

–          Conservar mejor el suelo de la zona de paso de la puerta, por reducir la formación de hielo sobre éste, en parte porque ya no puede desprenderse de las lamas de plástico que tenían, y en parte porque reduce la fuga de la “lengua” de frío que formaba el hielo.