Con este artículo queremos espantar miedos, pero desde los hechos y las experiencias. No hay ninguna duda, el amoniaco es la mejor alternativa y los números lo demuestran: más del 95% de las instalaciones industriales se hacen con amoniaco. Y son estas instalaciones las que acumulan la mayor cantidad de refrigerante por planta, llegando a cantidades que se cuentan por toneladas. ¿Sería entonces razonable que estas empresas emplearan un refrigerante que pudiera suponer algún problema? La respuesta es lógica y tajante ¡no! Entonces, ¿qué les lleva a su empleo de forma masiva? A continuación resumiremos lo que, a nuestro entender, son las bondades de un refrigerante adorado por todos aquellos que hacemos “frío grande”:
La primera cualidad que queremos destacar es que huele y por tanto advierte de su presencia. Esto es lo que a mi me gusta definir como la nobleza del amoniaco. Todos los que hemos trabajado con él la conocemos y nos ha despertado a la realidad en muchas ocasiones, eliminando totalmente el peligro. Es sin duda una cualidad que se alía con los técnicos y usuarios ya que advierte a la mínima y permite controlar perfectamente la situación.
La segunda cualidad es su gusto por el agua. Y me explico: Mr Lindborg, maestro del frío internacional al que desde aquí recordamos con afecto, explicaba con gran claridad y de una manera muy gráfica esta cualidad del amoniaco. Él solía presentarse delante de su audiencia con dos botellas trasparentes, una llena de amoniaco con tinte azul y otra con agua cristalina. Al abrirlas la botella de agua se torna azul a la vez que se aprecia cómo se vacía el amoniaco de la suya. Esta cualidad indica las pocas ganas que tiene el amoniaco de causar problemas. Y siempre que se lo pongan fácil, optará por neutralizarse a si mismo en el primer recipiente con agua que encuentre. ¡Y no hace falta hacer nada! ¿Se puede ser más noble?
La tercera es su origen natural y por tanto respetuoso con el medio ambiente. Esto no es una cualidad menor porque gracias a ella garantiza su futuro. Y aquí nos gustaría recordar a aquellos que nos conocen y nos siguen, que desde siempre hemos advertido de lo que hoy es una realidad en España con las tasas a los refrigerantes químicos. Esto es un problema muy grande para los usuarios finales e implica fuertes inversiones a corto plazo o importantes gastos a largo. Recuerdo una feria hace 14 años en la que presentamos una unidad chiller con cuatro litros de amoniaco. Le llamamos la unidad “training” y lo hicimos para indicar que estaba concebida como quitamiedos para todos aquellos usuarios de » freones “ que de algún modo quería iniciar un camino más sostenible. No tuvimos éxito pero lo intentamos. Hoy el escenario es muy distinto y los clientes mucho más receptivos.
Hay muchas otras cualidades no menores como la gran eficiencia energética, el precio/Kg, su fácil manejo, la ausencia de deslizamientos y otros fenómenos típicos de refrigerantes mezclados, pero no vamos a describirlos aquí. Sin embargo les invitamos a contactar con nosotros para visitarles y charlar a fondo de este tema. Les gustará.